En 1963, Jack Kirby volvió a dibujar las aventuras de Thor, después de una ausencia del título que había ayudado a crear junto a Stan Lee. Esta vez, El Rey de los Cómics regresaba para hacer historia con mayúsculas, en el más significativo título de su etapa en La Casa de las Ideas, al margen de Los 4 Fantásticos. A su vez, Stan Lee recuperó el interés hacia un personaje cuya mitología se dispuso entonces a explorar a fondo. Comenzaba un largo ciclo, en el que Thor persigue el amor de una humana, la enfermera Jane Foster, al tiempo que se enfrenta a amenazas tanto terráqueas como asgardianas y, por encima de todo, a las rocambolescas conspiraciones de su hermanastro Loki. Es una etapa dorada, en la que se contempla número a número la evolución de Jack Kirby hasta la magnificencia por la que sería mundialmente conocido.